jueves, 1 de junio de 2017

Opinión Libro: Omertá, Mario Puzo

Omertá, de Mario Puzo

Omertá:  Es la ley del silencio que tiene el honor siciliano, prohibiendo informar sobre los delitos que incumben dentro de la Mafia. No se debe emplear ninguna fuerza pública ni ayudar a las autoridades, si un crimen ocurre la persona afectada puede vengarse sin la necesidad de policias.

Aun de origen incierto la Omertá es considerado una regla no escrita, lo que ocurre en las inmediaciones de las diferentes Familias queda dentro de las mismas. Si alguien es "chivato" es considerado indigno y cobarde, y la única salida es eliminar al "buchón"...pero para hacerlo más efectivo también se acaba con amigos y familiares; así nadie queda como mártir porque ¿quién desearía llevar a sus hijos a la tumba? Una cosa es que te maten, pero sabiendo que masacran a tu esposa, hijos, sobrinos y nietos ¿quién se anima a divulgar los conflictos internos a la policia?

Mario Puzo ya era considerado un semidios con la saga del Padrino (llevado de forma espectacular al cine) pero hace una última entrega meses antes de su fallecimiento con la novela "Omertá", mostrando a su manera los diferentes Clanes que existen y que todavía quedan luego de la limpieza que realizó el FBI entrados los 90.

Aquí es cuando empieza la historia....

Don Vincenzo Zeno es una leyenda en el mundo del hampa, sus últimos dias están cerca y quiere ver a su hijo menor,  Astorre, al cuidado de un seguidor fiel. Para esto convoca a sus allegados más confiables, siendo el elegido Raymonde Aprile. Con los años el pequeño Astorre muestra una tendencia de "noble mafioso" y entrenado para cualquier eventualidad.
Adelantándose a sus congéneres, Aprile sabe que la mafia ya no posee la fuerza y el honor de décadas atrás, logrando retirarse de los negocios ilícitos y con diez bancos internacionales, ahora tiene todas las cuentas en orden y sus hijos Valerius,  Marcantonio, Nicole y Astorre podrán disfrutar sus vidas alejados de tanta barbarie.

Sin embargo a la salida de un bautizo, el ahora ex-Don Aprile es acribillado a balazos delante de sus hijos, misteriosamente no había agentes del FBI, policías o autoridad alguna en las cercanías...es el momento de que Astorre muestre las estrategias mafiosas que le inculcaron en sus años de juventud.

Empiezan las investigaciones
Lo que pudiera ser un caso de antigua venganza no deja muy convencidos a los cuatro hermanos, pero sus existencias son cómodas y no desean aflorar mucho en el pasado de su padre. Nicole es una excelente y dura abogada, Valerius un militar, Marcantonio maneja diferentes producciones en televisión.
Así todo, el inteligente progenitor dejó los bancos repartidos en diferentes porcentajes: 49% para los tres hermanos, 51% para Astorre. No hay envidia ni rencores por esto pero sí una extrañeza cuando empiezan a acercarse distintos grupos mafiosos (de diferentes Clanes) para comprar los bancos; la familia debe estar unida y estar preparada para "problemas grandes" si no aceptan por las buenas.

Astorre por ser el accionario mayoritario sabe que los atentados contra su persona no se harán esperar, y pondrá toda su inteligencia en contactos antiguos, amigos del Don, camaradas y su carisma para vengar la ofrenda a su Familia, descubrir a los asesinos y continuar los deseos de su padre adoptivo.
No será sencillo cuando un incorruptible inspector del FBI siga los pasos de todo el conjunto en cada momento, sabedor que cualquier error pondrá preso a los hijos de su rival del pasado: Don Raymonde Aprile, quien escapó de la justicia terrenal.

En cada página veremos la infancia de muchos personajes, el aspecto social y cultural de las regiones dispares, los motivos ocultos de cada cabeza de Familia. ¿Se puede confiar en el honor? ¿quiénes dispararon? ¿Mandados por quién? ¿Qué tratos ocultos mantiene el FBI?

Mario Puzo dejó el manuscrito completo días antes de fallecer, dando un cierre magistral a toda la obra sobre el mundo de la mafia y con ese gusto dulce que hizo que "quisiéramos" entrar a algún Clan criminal...pero sólo por algunos minutitos.
Nos vemos en otro número.

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